11/03/2007

La Paz en paz

Nos adentramos por fin en territorio boliviano. El recorrido desde Copacabana lleva unas 3 horas y media, e incluye un pequeño trayecto atravesando un estrecho del Titicaca en lancha, mientras el bus va en ferry. El lago nos acompañó durante un buen trecho, hay un momento en que uno mira hacia cualquier lado y ve una porción de lago, es enorme. Luego hay un trayecto recto en la carretera que atraviesa una llanura. Lo espectacular es que a la izquierda se pueden ver los Andes, que aquí sí se ven todos nevados, en una cadena de cucuruchos blancos bellísima.

La Paz es una ciudad grande, pero por lo que hemos visto hasta ahora nos da la impresión de que la ciudad es como un gran San Victorino, lleno de puestos en las calles que según el sector te ofrecen ropa, zapatos, cosas de plomería, brebajes, frutas, cinturones, cuadernos, calzones, medias, artesanías, comida. Con respecto a la comida la hay de todos los calibres. Desde el almuerzo que venden en la calle, en una olla en el piso y si es para llevar te sirven en una bolsa la sopa y en otra el seco (aquí y en Perú lo llaman segundo), pasteles de variadas formas, tamaños y apariencia higiénica, hasta el restaurante de mesero y servilleticas en las mesas. Pollo por doquier, sobre todo frito, y más bien pocas chifas (comida china).
La ciudad es de color ladrillo, porque las casas las construyen y las dejan así para que no les cobren impuesto (si las arreglan les empiezan a cobrar). Hay edificios de varios pisos, muchos en obra negra o gris, porque como la ciudad queda entre montañas, le queda más fácil crecer hacia arriba que hacia los lados. En el centro siempre hay un montón de gente, todos caminando por la mitad de la calle, esquivando los buses que casi nunca frenan frente al peatón, para evitar tener que arrancar en subida. Son pocas las calles sin inclinación, y los trancones son más comunes en las callecitas pequeñas que en las avenidas.
Los bolivianos son amables, y más bien callados, al menos en tierras frías. Bolivia nos ha dado la impresión de ser un país tranquilo, poco ruido, poco bullicio, poca aceleración. La gente se lo toma con calma, y todos son muy amables en indicar direcciones o hacer recomendaciones de seguridad. Por lo que nos han dicho parece que hay muchos carteristas, de los que te roban sin que te des cuenta. No nos ha pasado, pero no hemos dado mucha oportunidad para que nos pase. Bogotá ha sido una buena escuela.
Nos estamos hospedando en El Carretero, un hostal bien sencillo, lleno de viajeros de todas partes del mundo. En esta travesía nos hemos encontrado con: argentinos, chilenos, españoles, austríacos, belgas, holandeses, franceses, alemanes, colombianos. Nacionalidades raras: Guyana Francesa, Japón. Nos sorprende que no hemos encontrado a ningún viajero peruano, boliviano o ecuatoriano, y ni hablar de Paraguay, Uruguay, Centroamérica o Asia. 
Estamos 1000 metros más alto que Bogotá. Es más frío, aunque el clima parece ser menos aleatorio. Sol de día y lluvia de noche, y sumar una hora a la bogotana, porque ya atravesamos el primer huso horario (el segundo será en Argentina).
Hay ciudades de Bolivia que no podemos visitar, en la parte oriental del país, porque las vías de acceso terrestre están cerradas por inundación (p. ej. Santa Cruz). El plan hasta ahora es quedarnos aquí unas 3 noches más y seguir bajando, tal vez hacia Chile.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya estamos a la misma hora que ustedes, cambio desde anoche. Espero que no pasen mucho frio. Y mi marido dice que la costa de Bolivia es el Lago Titicaca, (gracias a los chilenos) alli es donde navega la armada...ahi les dejo la informacion. Bueno que sigan disfrutando y dejandonos disfrutar con la guia turistica...ojo con las comidas de bolsa, no dan muy buena idea.

Besos

Carmen Lucia

Anónimo dijo...

Hola Sobrinos!
Les sigo siempre. Tienen razón no podrán visitar la Ciudades de la Parte oriental, pero la verdad entiendo que están bajo el agua casi todas ellas.
No se confén del entrenamiento "ANTICARTERISTA" de Bogotá las habilidades que pueden encontrar en otras latitudes pueden ser sorprendentes!
Buen descanso y buena recuperación.

Fraternalmente:

MANE

Anónimo dijo...

Ojo con los estómagos delicados. Es mejor comer un poco menos pero de buena calidad. La comida de San Victorino es como la chicha; no le hace daño al que tiene la barriga curada. Parece que en todas partes hay hotel Carretero. Por ejemplo en Manizales. Pregunten si no hay tercero en el almuerzo, a lo mejor es el postre. A propósito qué precio tiene un almuerzo de los de bolsa? Depende de la hermeticidad de la bolsa? Un abrazo.

Juanita Insuasty Montoya dijo...

Hola chicos... hace ratos no me aparecia por aca no? jejeje

Me alegro resto que esten teniendo todas estas aventuras y los apoyo en la rpotesta de machu puchi (malditos capitalsitas del or...) Yo siempre me acuerdo de ustedes sinoq como estoy camellando ultimamente no em conecto pero sigo acompañandolos de todo corazón y apoyandolos, cuidense muchisimo, aprovechen al maximo cada hora y calle y los quiero muchisimo.

Pdta: si por casualidad se acordaran del codigo de desbloqueo del celular se losn agradeceria montones, pq se pusieron a jguar con el, lo bloquearon y no he podido desbloquearlo...