25/09/2007

Volvimos!

Hola, gente.
El avión nos trajo sanos y salvos. Contra todos los pronósticos, nos cupo todo en la maleta (apenas 5 kilos de más que no fueron problema). Acabamos de llegar, ni siquiera hemos desempacado y no tenemos ni siquiera una idea remotamente clara de lo que serán los próximos días. Yo todavía me siento un poco en estado de shock, de modo que no me extenderé en detalles, estamos cansados pero felices de estar de vuelta en nuestro país.
Colombia es maravillosa.
Y no vayan a creeer ahora que este blog se acaba porque volvimos, no señor, porque el viaje una vez empieza, nunca termina. Sigan pendientes.

20/09/2007

Empacando

Estamos haciendo maletas (quizás con más tiempo del que acostumbramos normalmente). Estamos clasificando en "lo que toca llevar", "lo que queremos dejar", "lo que se podría dejar", "lo que se lleva si cabe", etc. Quizás son muchas clasificaciones.
Nuestro principal componente en peso son libros que debemos acomodar con la ropa y demás menaje hasta completar 60kilos de peso en bodega (por los dos). En esas estamos. Y tratando de conocer trozos de Buenos aires que se habían quedado por fuera. Y esperando que escampe porque ha llovido todo lo que secó en invierno. Y cacharriando mucho en el computador. Y comiendo carne.
Hay fotos nuevas en flickr, en compensación por la brevedad del presente.

12/09/2007

Ah, me olvidaba!

Decidir las cosas es hacerlas. Nuestro viaje a Colombia se concretó de repente y en dos semanas estaremos pisando suelo bogotano. Para plantar en tierra colombiana nuestros sueños. En efecto, nos volvemos en avión para mantener la excusa siempre vigente de querer volver a Bolivia y Perú en cuanto hayamos conocido lo que no conocemos todavía de Colombia.
Que los ángeles nos protejan a todos.

Hay fotos nuevas en Flickr

Una pequeña muestra, de un día de ocio que me dí, de dejar de pensar tanto (¿o por qué creen que no he vuelto por aquí?)
Bueno, un vistazo a las fotos del fin de semana, caliente como Villeta. Yo pensaba que el paso del invierno al verano a través de la primavera era una cosa gradual. Pero se calentó, de repente, tres días de calor y humedad, con bastante sol en medio y la preocupación general de la gente que empieza a especular cómo será el verano si esto es todavía invierno...
Una bendición, en todo caso, después de meses de pulóveres y pantalones que hicieron retroceder mi bronceado (snif).
Y ahora, ayer y hoy, declaramos encierro frente a la pantalla porque ha llovido al menos cada tres horas, si no de continuo. Humedad y un poco de frío se cuelan por el patio semicubierto (en casa llueve más que afuera). El gato se la ha pasado encerrado con nosotros durmiendo en todas las posiciones imaginables como solo los gatos saben hacer.
Benditos sean.

6/09/2007

Más de eso

La temperatura está comenzando a subir. Ya se puede estar en la calle en un restaurante, caminar de noche. Ponerse menos ropa. Los ánimos parecen más alegres y algunas flores se adelantan. Ya todos queremos dejar atrás las bufandas y una noche fresca ya nos sienta bien. Salimos a caminar por caminar. Ahora disfrutamos mejor de la ciudad, de lo que hay aquí y solo aquí. ¿Qué de Buenos Aires? La primavera se acerca, y sin tanto saco encima, se pueden tomar decisiones importantes.
¿Y ahora qué? Empezar otra vez. Mientras tanto. Quizás. Podría ser. Pensándolo bien...
Caminamos por el jardín de senderos que se bifurcan, y a cada paso de nuestra marcha se presentan opciones, como en un ramillete. No son opciones buenas o malas, ni hay en ellas buenas o malas decisiones. Son simplemente caminos distintos. Pero no importa el camino que se empiece a recorrer, porque todos los caminos son iguales. Importa el recorrido, importa lo que tu corazón te dice que hagas, los caminos que tienen corazón.

Como dice una canción de Bunbury:
No sé si nací para correr,
pero quizás sí que nací para apostar.


Dejarlo todo y aventurarse a un futuro incierto. Detenerse y comprometerse con un lugar. Las dos posiciones tienen sus riesgos, sus compromisos propios, sus probabilidades e improbabilidades. Pero se trata, en últimas de estar siempre de viaje. ¿Hay tiempo? Aprovechémoslo, entonces. ¿No hay dinero? Y, ¿qué querés que te diga? Cruzados de brazos no nos vamos a quedar. Queríamos viajar, y estamos de viaje. Todo viaje es maravilloso, bello y alucinante.

Nos despojamos de peso en nuestro equipaje, cosas que no sabíamos que iban ahí, que pesaban más que todo lo que llevábamos. Y después (así dicen aquí) están todas las cosas que pasaron, las cosas y la gente. Que pasaron y que nos pasaron, nos cambiaron, ampliaron nuestra perspectiva. Sobre lo que queremos. Sobre lo que es importante. O lo que vale la pena. Sobre la felicidad y las pequeñas felicidades. Pensamos (hasta el cansancio) y nos re-pensamos.

De viaje, estamos. Lo estamos de todos modos ya que, una vez inicias el viaje, no hay retorno posible. No somos los que éramos antes, ni hace un año, ni hace un mes. La vida avanza sin detenerse a esperar que terminemos de pensar en ella (como lo decía John Lennon, ya nos lo habían recordado por aquí), y aunque nos quedemos quietos en un lugar, cambiamos y crecemos de muchas maneras. Cuando salimos de Colombia, dijimos que por lo menos estaríamos de viaje un año. Nunca pensamos que en tan poco tiempo se pudieran vivir tantas cosas ni que cambiáramos tanto. El viaje ha superado todas nuestras expectativas, nos ha enseñado más que cualquier profesor. Pensamos que necesitábamos mucho tiempo para tener un propósito claro al regresar y sucedió que reconfiguramos nuestras historias en meses.

Ahora sabemos que el viaje no es tan difícil como pensábamos, que para irse basta con decidirlo e irse. Queremos seguir viajando, largo y corto, cerca y lejos, jóvenes y no tanto, porque los viajes alimentan el alma y rejuvenecen el cuerpo. Ahora es tiempo de estar en un lugar, de concentrarse y trabajar en nuestros proyectos, en nuestras propias vidas y en posibilitar esos futuros viajes. Si es para errar, cualquier lugar es bueno, en todas partes. Pero si es para quedarnos, Colombia es nuestro favorito.

1/09/2007

Más de por aquí

Fotos del trole tramo bonaerense, tomadas por David Pérez aquí:
http://www.flickr.com/photos/davideperez/891119053/in/photostream/
Buenos Aires no deja de sorprender.