25/01/2007

Del Cabo San Lorenzo a Puerto Lopez

Hola gente!
Después de varios días de tostarnos al sol (bueno, Sonia se tostó, yo me puse rojo rojo rojo), de dormir en la carputa, perdón carpita, de comer pescao y pescao y pescao. de escuchar las contradicciones linguísticas de los manabitas, los de esta provincia: "cuando se consigue pescado fresco?" le pregunta Sonia. "No, ya hoy no viene la panga (barca)". "Ahhh... bueno, y ¿cuando viene?" Respuesta del local: "Ahorita nomás, allí atraca". Yo solo digo ¿ah?.
Bueno, pero ahora si, una crónica mas detallada del asunto: Cabo San Lorenzo es una parroquia a 45 minutos de manta. No hay nadie. Es una playa absolutamente hermosa y deliciosa. SIN GENTE. SIN TURISTAS. Sin internet, sin teléfono, casi sin comida. Eso último fue lo que nos sacó. Nos querían cobrar 2 dólares por un almuerzo de 50 centavos, siendo caro, por lo malo. Solo el primer día pudimos comer mas o menos rico. Había un circo colombiano ¿lo pueden creer? miren las fotos cuando las podamos subir porque aqui no hay banda ancha. El Gran Circo Colombiano de Sopita. Reloco.
Pero a Sopita no lo pudimos ver nunca.
Nos quedamos acampando a 15 minutos a pie desde el pueblo, al final de la playa. Por la noche pasaron un par de guardias de un hotel lujosísisimo que quedaba cerca de donde nosotros acampamos, y nos dijeron que todo bien, que si necesitabamos agua o baño, sin ningún problema, y que no tuviéramos cuidado, que era muy seguro y tranquilo. Y si, es seguro y tranquilo, muy muy tranquilo. Solo la brisa, el mar y las gaviotas. La playa y el mar son mucho mas bonitos que los de Manta, y vimos los mejores atardeceres hasta ahora. En la noche dormimos deli, y en la mañana estuvimos de pereza todo el dia. Ahí conocimos a un tipo que cuidaba una casa en ruinas, nunca supimos su nombre, así que le decíamos (entre nosotros) Fatman porque era muy gordo. Ese tipo si no nos cayó bien, el man parecía ansioso de meternos miedo de que nos iban a robar, para que pensáramos que nos hacía un inmenso favor de cuidarnos, y lo que hacía era rondar y rondar. Nos pueso nerviosos, y creo que fué otro factor incidente en nuestra partida. Lastima, porque era bien bonito. Cuando salimos, empezamos a caminar por la carretera, y llegamos a otro caserío llamado Rio Caña, mas pobre y jodido que el anterior. Una anciana nos vio pasar y nos dijo "aqui no hay nada, nada. Sigan pué" Y nos tocó los brazos. En ese momento dos perros que estaban ahí parados empezaron a pelear sin ninguna razón aparente, y sonia dijo "vamos, vamos" y nos fuimos.
Salimos a la carretera nuevamente y empezamos a hacer autostop, y como a los diez minutos pasó soplado un camion de los que llevan helados, pero no de los chicos sinó de los grandes, de multinacional. Y se devolvieron por nosotros. Guardamos las maletas en la nevera de camión y nos sentamos adelante, con un par de tipos resimpáticos, muy charladores y bacanes, muy fescos, que nos llevaron hasta Puerto Cayo. Ahí acampamos otra noche, pero esa si fue paila, porque la playa es un asco de lo sucia que está. No se podía andar descalzo de miedo a los vidrios rotos. Pero ahí si conseguimos pescado: Dos pargos rojos, otro que no se como se llamaba y una sardina grande, por un dolar. Y lo preparamos a las brasas. Se demoró como tres horas, pero estuvo, y quedó bien. Ahí hay muchas casas y hoteles sobre un malecón laaaargo, que parece haber sido muy lujoso, pero hay muchas casas en ruinas, abandonadas. Finalmente no nos gustó tampoco, seguimos bajando, y hoy llegamos a Puerto Lopez, que ya es un pueblo mas grande, con cabinas telefónicas, Internet, hoteles y tal. Al llegar terminamos en una pensión horrible llamada "Hostal Paola". Un asco, atendido por un asco de tipo. Ya le habíamos pagado y guardado las maletas, cuando con Sonia nos ponemos a pensar que ese moridero por u$7 es carísimo. Y volvimos (no habían pasado mas de 15 minutos) a pedirle que nos devolviera la plata que no nos íbamos a quedar ahí. El tipo se me queda mirando y me dice: "¿Es que tu cré que yo soy juego?" Y yo le digo "¿Como así?" "como me dice que tu va a salí ahora ¿po qué?" (nota, no son errores de ortografía, el tipo hablaba así). Yo le digo: "No nos queremos quedar, no nos gustó. Y si es así la cosa yo tampoco soy juego" Le dije. Y nos agarró a insultos: "Los Colombianos, claro, son así, son nosequé y nosequemás, son la gente más peligrosa..." Etc, etc. Así que le dije "bueno, ya, déjenos sacar las maletas, y devuélavanos la plata". Salimos pitando, y encontramos un hotel del putas por u$10 la noche, algo digno, muy digno. Ya saben, viajeros del mundo: si pasan por Puerto Lopez, Manabí, Ecuador, NUNCA se queden en el hostal Paola. Lo maneja un cafre.

No hay comentarios.: