22/08/2007

Después de La Plata

No es el mismo Mar del Plata, para contestar a una pregunta. Lo que pasa es que como estamos al lado del río de La Plata, aquí todo tiene que ver con eso. La Plata queda a una hora y media de Buenos Aires en tren sin calefacción, lo que hace que parezcan dos horas o más.
Nos hospedó Luis Gustavo Urzúa, un cantor de tango que salió de Bahía Blanca, pasó por Buenos Aires y, como a muchos, la ciudad lo sacó a tierras más tranquilas. Vive en La Plata hace varios años, da clases de música en la universidad y tiene un dúo con un guitarrista. Nos enteramos de cosas tan increíbles como que, hace cinco años, Buenos Aires no era tan turística como ahora. La crisis de la moneda desató una avalancha de extranjeros que llenaron la ciudad de restaurantes, cafés, tanguerías y tiendas de música y souvenires. El tango explotó y ahora se consigue en cualquier esquina (lo que hace que encontrar algo de calidad no sea tan fácil).
Pero estaba hablando de La Plata. Es una ciudad pequeña y tiene la particularidad de haber sido diseñada por los masones. En el plano de la ciudad se ve el cuadrado central que contiene la ciudad en sus orígenes (ha crecido desordenadamente fuera de ese cuadrado), con el símbolo masón de la escuadra y el compás sobre un triángulo. Básicamente se trata de una cuadrícula atravesada por varias diagonales principales que hacen que el transporte por la ciudad sea rápido.
Hay varias plazas, un bosque grande con zoológico al estilo de Mendoza que la lluvia no nos dejó disfrutar, muchos árboles que en primavera se deben ver espectaculares, y un ambiente tranquilo. La Catedral es uno de los atractivos turísticos, grande (sobre todo alta) de estilo neogótico (tipo Lourdes en Bogotá), pero terminada recientemente. Es la primera iglesia que conocemos que tiene un café restaurante en la planta baja (para entrar a la iglesia se suben unas escaleras). Hay acceso al restaurante desde la calle, o desde el interior de la iglesia. Hay una escultura de un arquero en la plaza que apunta directamente a la iglesia, cortesía seguramente de los masones.
La Plata es una ciudad universitaria, por lo que en la noche siempre hay cosas para hacer. Sin embargo, nosotros hicimos plan "privado" de visita en la casa de Elisa, la novia de Luis. Ella comparte apartamento con otras dos amigas de cuyo nombre no puedo acordarme. Nos abrieron las puertas para pasar una velada muy divertida conversando de todo un poco y asombrándonos un poco de cada cultura, la argentina y la colombiana. Comimos hamburguesas, tomamos cerveza y nos enteramos que no somos muy diferentes.
Gracias a Luis, a Elisa y a sus amigas (¡les quedamos debiendo la cerveza!).
Cosas para apuntar de La Plata: La ciudad es re-tranqui, como dicen aquí. Todo es más barato que en capital. Hay mucho verde y poco trancón. Hay que volver en primavera. Y bueno, hay fotos de casi todo esto en Flickr (click aquí).

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