26/06/2007

Café y mate

Ícaro vive con Karen en San Martín. O San Algo, no estoy segura.
Provincia, o sea el pedazo de ciudad al que voy en tren. Dicen que en
provincia hacen dos o tres grados menos de temperatura que en capital, y
voy a empezar a creerles. Solo que Ícaro tiene calefacción de gas, y
nosotros apenas tenemos un calentador de ambiente. Pero no importa,
porque todavía no se congela nadie, el invierno acaba de empezar. Ya es
oficial.
Tomamos café colombiano, eso sí, el de verdad. Huele a café y sabe a
café. A mí siempre me preguntan si en Colombia tomamos mate o algo
parecido. Se diría que tinto (café negro), pero no es igual. el mate
tiene una connotación social, la gente se reúne, charlan, comparten el
mate. En Colombia se toma tinto porque el tinto es rico. Por tomar algo,
porque sí. Solo o acompañado. Por calentarse, por mantenerse despierto.
Pero tomar mate estando solo es un pocoun contrasentido, no tiene
gracia, no tiene ese espíritu de comunión que tienen acá. La
conversación como centro social, hablar un montón, y hacerlo bien, sobre
nada en particular, sobre boludeces, como dirían aquí. En esta casa
somos gente callada, más bien silenciosos, iniciamos pocas conversaciones.
Y eso que ahora hablo mucho más que antes.

No hay comentarios.: